Esta edición de La realidad y el deseo es facsímil de la que salió en 1936 de los talleres de Manuel Altolaguirre para Ediciones del Árbol. Se trata de una reproducción fiel al original, pues el especial cuidado del malagueño por la tipografía la merece.
La realidad y el deseo es el relato de una constante búsqueda de una existencia ideal de perfecta unidad entre él y el mundo, entre el conflicto subjetivo y las dimensiones objetivas de la vida. Puesto que Cernuda experimentó una profunda sensación de alienación en la sociedad en que él vivía, el sentimiento para llevar a cabo la separación entre él y el mundo frecuentemente llegó a convertirse en un deseo de buscar un refugio privado. Pero estos intentos de evasión tropezaron con el inevitable fracaso y en cada sucesiva desilusión fue capaz de aprender de su experiencia hasta que llegó a ver que el ideal que él perseguía era el reflejo de un deseo de su autoafirmación y de una esperanza de validarse a sí mismo. Así, una y otra dimensión se funden en una aspiración de retorno hasta el mundo original: el deseo de consumar la unidad esencial con el mundo cifrada en la unión con su imagen de adolescente, elevada a la categoría de instancia semidivina, fruto del tema siempre presente de su narcisismo. Desde esta perspectiva, La realidad y el deseo es la búsqueda de una verdad personal.
A diferencia de otros poetas de su generación, de éxito más o menos inmediato, Luis Cernuda (1902-1963) fue elaborando su obra un poco al margen del mundo literario de su día, confiado en que su poesía iría creando su propio público poco a poco. La aparición en 1936 de la primera edición de su obra poética, La realidad y el deseo, contó con una muy buena crítica; sin embargo, el estallido de la guerra civil impidió que se consolidara entonces su reputación. Después de la guerra, en que tomó partido con la República, se exilió, primero en Gran Bretaña (1938-1947) y después en Estados Unidos.