Se desconoce el momento exacto en el que Emily Dickinson conoció a Susan Huntington Gilbert, pero hay constancia de su primera carta, enviada en 1850, que dio lugar a una intensa relación epistolar que se mantuvo durante cuatro décadas, hasta la muerte de Emily en 1886. Este volumen recoge una selección de aquellos textos, que trascendieron el mero intercambio de cartas y refuerzan la imagen de una mujer fascinante y adelantada a su época. Bajo la aparente banalidad de las cuestiones cotidianas, subyace la fuerza de una prosa inspirada por un amor incondicional y duradero, tanto que fue Susie quien cuidó de Emily en sus últimos días e hizo de custodia de su inestimable legado literario.